Derechos de examen?
Comentarios de Andrés Beltrán en el Ideal. Granada
"Aunque ya no estoy en edad de merecer, si que me llama la atención un hecho que se viene dando desde tiempos inmemoriales, sobre todo en la administración pública y es un invento extraño que han llamado 'derecho de examen'.
Cuando una persona quiere entrar a trabajar en la administración pública (y ya también en alguna empresa privada), aparte de prepararse un tocho de temario que no le va a servir para nada, tiene que pagar una cantidad en c
oncepto de 'derecho de examen' para tener acceso a los pertinentes, sin cuyo requisito jamás se tendrá oportunidad de ingresar en ningún puesto de trabajo dependiente de la 'oficialidad', y yo me pregunto: ¿pago por derecho de examen para acceder a un puesto de trabajo que además casi nunca se consigue si no es a base de aguantar lo indecible? Eso del 'derecho de examen' ¿Qué justificación tiene?
Cuando se convocan oposiciones, rara vez es para ocupar puestos vacantes y esos puestos ya están ocupados de forma interina cuanto menos. ¿para qué se convoca a miles de aspirantes para un trabajo cuyos puestos ya están cubiertos desde hace tiempo? ¿para tener reserva de personal por si falla alguno de los 'colocados', que por cierto, no se nota su ausencia?. ¿Es que los aspirantes a un puesto de trabajo tienen que estar en inanición a expensas de los caprichos del 'destino'?
¿Los aspirantes a un puesto de trabajo por oposición tienen que pagar un derecho de examen para, además de parado, estar a la entera disposición de la administración de turno?
Personalmente creo que el pago de los derechos de examen es un invento de algún listillo para forrarse a base de cobrar unas cantidades que en nada se justifican y que, dado los pingües beneficios, se ha extendido como algo natural, pero que considero una auténtica estafa amparada por los gobiernos de turno.
Y si a esto añadimos la entrevista con el sicólogo, como una criba de personal sin posible recurso por parte del aspirante, tenemos la combinación perfecta para un desaguisado que todos lo dan como un mal necesario. No es extraño que cuando alguien consigue un puesto de trabajo fijo por oposición se vengue y no de ni golpe en su vida. "
exámenes oposiciones en
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"Aunque ya no estoy en edad de merecer, si que me llama la atención un hecho que se viene dando desde tiempos inmemoriales, sobre todo en la administración pública y es un invento extraño que han llamado 'derecho de examen'.
Cuando una persona quiere entrar a trabajar en la administración pública (y ya también en alguna empresa privada), aparte de prepararse un tocho de temario que no le va a servir para nada, tiene que pagar una cantidad en c
oncepto de 'derecho de examen' para tener acceso a los pertinentes, sin cuyo requisito jamás se tendrá oportunidad de ingresar en ningún puesto de trabajo dependiente de la 'oficialidad', y yo me pregunto: ¿pago por derecho de examen para acceder a un puesto de trabajo que además casi nunca se consigue si no es a base de aguantar lo indecible? Eso del 'derecho de examen' ¿Qué justificación tiene?Cuando se convocan oposiciones, rara vez es para ocupar puestos vacantes y esos puestos ya están ocupados de forma interina cuanto menos. ¿para qué se convoca a miles de aspirantes para un trabajo cuyos puestos ya están cubiertos desde hace tiempo? ¿para tener reserva de personal por si falla alguno de los 'colocados', que por cierto, no se nota su ausencia?. ¿Es que los aspirantes a un puesto de trabajo tienen que estar en inanición a expensas de los caprichos del 'destino'?
¿Los aspirantes a un puesto de trabajo por oposición tienen que pagar un derecho de examen para, además de parado, estar a la entera disposición de la administración de turno?
Personalmente creo que el pago de los derechos de examen es un invento de algún listillo para forrarse a base de cobrar unas cantidades que en nada se justifican y que, dado los pingües beneficios, se ha extendido como algo natural, pero que considero una auténtica estafa amparada por los gobiernos de turno.
Y si a esto añadimos la entrevista con el sicólogo, como una criba de personal sin posible recurso por parte del aspirante, tenemos la combinación perfecta para un desaguisado que todos lo dan como un mal necesario. No es extraño que cuando alguien consigue un puesto de trabajo fijo por oposición se vengue y no de ni golpe en su vida. "
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