Licenciado en paro busca...
Sólo el 40 por ciento de los universitarios españoles trabaja de lo que ha estudiado.
El titulado novato en busca de empleo es candidato seguro a la humillación y al paro. Algo ya se temía, pero, como se cuenta en este reportaje, la tiranía laboral está a la orden del día.
«Se necesitan esclavos.» Con este anuncio reclutaba uno de los más prestigiosos estudios de arquitectura a sus becarios. Lo llamativo es que el reclamo atraía a miles de licenciados de todo el mundo. Jóvenes preparadísimos dispuestos a empuñar el tiralíneas de sol a sol, costearse la estancia con un préstamo o con el dinero de sus padres, con tal de poder exhibir en el currículum la experiencia de unos meses en el estudio londinense del español Alejandro Zaera Polo.
Estimados universitarios, bienvenidos al mundo real. Por si no os habéis enterado, el feudalismo ha vuelto. Retozad en vuestros campus mientras podáis, porque, cuando salgáis, os van a llover las decepciones. Atentos a la primera novatada: tardaréis una media de 30 meses en encontrar el primer empleo significativo, por utilizar el simpático eufemismo del Instituto Nacional de Estadística. ¿Qué quiere decir eso de significativo? Pues que pasarán dos años y medio desde la ceremonia de graduación hasta que dejéis de firmar contratos basura. Y eso, cuando hay salario. Porque el gratis total está a la orden del día. Una servidumbre más a cambio de obtener la tan anhelada experiencia.
Y no penséis que una vez conseguida una nómina decente desempeñaréis un oficio acorde con vuestra formación, por muchos másteres que la acicalen. Seis de cada diez se deberán conformar con un empleo que no tendrá que ver con lo estudiado. O cuyo nivel estará muy por debajo de sus conocimientos. Lo dice el último estudio Eurydice, de la Comisión Europea. Os deprimiría saber cuántos licenciados en Empresariales se colocan de teleoperadores.
El informe también revela que en España sois demasiados los que optáis por los estudios superiores (el 21 por ciento de los jóvenes, cinco puntos más que la media europea). Y la ley de la oferta y la demanda es implacable. Sois un montón compitiendo por el mismo despacho. Los europeos lo solucionan gracias a la formación profesional (el 63 por ciento de los estudiantes sigue ese camino). En nuestro país, la FP es una alternativa minoritaria: sólo la sigue el 38 por ciento. Hay más generales que soldados. Y así nos va.
También cuesta entender que la mayoría de vosotros suspiréis por ser funcionarios, cuando un soldador o un gruista duplican el sueldo de cualquier profesor de instituto. Recordad que en España los dos motores de la economía son la construcción y el turismo. Vivimos en un país de albañiles y camareros. Según el Ministerio de Economía, el pelotazo urbanístico seguirá generando cien mil empleos al menos un par de años más. Y que se sepa, para subirse al andamio no hace falta ser una eminencia en Kierkegaard. En cuanto a la hostelería, se crearán 13.000 nuevos empleos en el próximo bienio. Se puede discutir si cortar jabugo es un arte o una ciencia, pero desde luego no es preciso un doctorado en robótica para manejar el jamonero.
Vía:El Semanal; blogalaxia.com ;tags: universitario
El titulado novato en busca de empleo es candidato seguro a la humillación y al paro. Algo ya se temía, pero, como se cuenta en este reportaje, la tiranía laboral está a la orden del día.
«Se necesitan esclavos.» Con este anuncio reclutaba uno de los más prestigiosos estudios de arquitectura a sus becarios. Lo llamativo es que el reclamo atraía a miles de licenciados de todo el mundo. Jóvenes preparadísimos dispuestos a empuñar el tiralíneas de sol a sol, costearse la estancia con un préstamo o con el dinero de sus padres, con tal de poder exhibir en el currículum la experiencia de unos meses en el estudio londinense del español Alejandro Zaera Polo.
Estimados universitarios, bienvenidos al mundo real. Por si no os habéis enterado, el feudalismo ha vuelto. Retozad en vuestros campus mientras podáis, porque, cuando salgáis, os van a llover las decepciones. Atentos a la primera novatada: tardaréis una media de 30 meses en encontrar el primer empleo significativo, por utilizar el simpático eufemismo del Instituto Nacional de Estadística. ¿Qué quiere decir eso de significativo? Pues que pasarán dos años y medio desde la ceremonia de graduación hasta que dejéis de firmar contratos basura. Y eso, cuando hay salario. Porque el gratis total está a la orden del día. Una servidumbre más a cambio de obtener la tan anhelada experiencia.
Y no penséis que una vez conseguida una nómina decente desempeñaréis un oficio acorde con vuestra formación, por muchos másteres que la acicalen. Seis de cada diez se deberán conformar con un empleo que no tendrá que ver con lo estudiado. O cuyo nivel estará muy por debajo de sus conocimientos. Lo dice el último estudio Eurydice, de la Comisión Europea. Os deprimiría saber cuántos licenciados en Empresariales se colocan de teleoperadores.
El informe también revela que en España sois demasiados los que optáis por los estudios superiores (el 21 por ciento de los jóvenes, cinco puntos más que la media europea). Y la ley de la oferta y la demanda es implacable. Sois un montón compitiendo por el mismo despacho. Los europeos lo solucionan gracias a la formación profesional (el 63 por ciento de los estudiantes sigue ese camino). En nuestro país, la FP es una alternativa minoritaria: sólo la sigue el 38 por ciento. Hay más generales que soldados. Y así nos va.
También cuesta entender que la mayoría de vosotros suspiréis por ser funcionarios, cuando un soldador o un gruista duplican el sueldo de cualquier profesor de instituto. Recordad que en España los dos motores de la economía son la construcción y el turismo. Vivimos en un país de albañiles y camareros. Según el Ministerio de Economía, el pelotazo urbanístico seguirá generando cien mil empleos al menos un par de años más. Y que se sepa, para subirse al andamio no hace falta ser una eminencia en Kierkegaard. En cuanto a la hostelería, se crearán 13.000 nuevos empleos en el próximo bienio. Se puede discutir si cortar jabugo es un arte o una ciencia, pero desde luego no es preciso un doctorado en robótica para manejar el jamonero.
Vía:El Semanal; blogalaxia.com ;tags: universitario
Comentarios
Claro que... de ñaca ñaca... nada de nada :DDD